Continuando con nuestro inicio, el primer coche que compramos (fueron dos, pero éste es el que motivó todo) fue un Mitsubishi Montero de 1999. Un todoterreno 4×4 que no funcionaba bien y estaba sucio hasta un nivel que nadie puede imaginar (por fuera sobretodo).
Por algún sitio había que empezar, y fue un coche que nos salió bien de precio y con un pequeño margen para poder arreglarlo y disfrutarlo un tiempo. Sin embargo, desde el primer momento, este coche fue un dolor de cabeza…
Teníamos que recorrer al rededor de 30 kilómetros para llegar a nuestro «centro de mando de 4×4» en un pueblo de montaña, pero se nos harían larguísimos. En llano, el coche funcionaba bien, pero cuando había una ligera pendiente o se giraba el volante, el coche se paraba… No puedo recordar la cantidad de veces que tuve que echarme a un lado con los warnings encendidos para prevenir a los demás (por suerte no había mucho tráfico), ya que yo iba en mi coche de escolta. Bendita la batería nueva que le pusimos para llevárnoslo.
Una vez en nuestro pueblo, llega el momento de la limpieza. El resumen es que 300 toallitas de limpieza de salpicaderos, un aspirador (que terminó roto) y más de tres horas sin parar, no fueron suficientes. Al menos ya se podía montar uno en el coche sin que le diera asco… Pero había hasta yeso seco bajo un asiento, casi un euro en monedas de céntimos esparcidas por todo el coche, y una cantidad de residuos de ceniza acumulados por absolutamente todo el coche. Para quienes no lo sepáis, este modelo tiene ranuras y las gomas de las palancas de cambios con pliegues. Pues bien, al rededor de todo ello había una capa única, hecha casi una pasta solidificada, de ceniza sedimentada desde años. Apuesto a que en todos los años que el dueño tuvo el coche no lo limpió… Ademas de, por supuesto, restos de filtros de cigarrillos, papeles, comida de perros, y una colonia masculina que, todo hay que decirlo, olía genial.
Con el coche, más o menos, presentable, llega el momento de la mecánica. Ya seguiré en otro momento que bastante cansado estoy de recordar, únicamente, lo que nos costó limpiar ese coche.
Gracias por estar ahí.
#todoterrenos #4×4 #Montero
